Semana 2 - La Comunidad - Tomas Falsas

1. Marnie, la ladrona. ¿Asesinato o accidente? Eso se preguntaban nuestros jugadores, ese cuerpo de mujer flotando en la piscina nos descubría el “Frenesí” homicida de alguien en el Pisito. Escurridizo fotograma que a la postre muchos descubrieron gracias a  las “Confesiones de una mente peligrosa”. Otros pensaron que se trataba de “El caso de la viuda negra”, pero claro, si era viuda, ¿no debería ser un hombre el ahogado? ¿O tal vez sí era un hombre, y  se hacía llamar “Agatha” en la intimidad? nunca lo sabremos …

2. Las manos de Orlac. Tenía miga la primera imagen, y muchas incógnitas, ¿Cama enana y puño standard? Si es así podría tratarse del lecho de “El increíble hombre menguante”, O ¿cama standard y puño enoooorme? Pufff, menuda manaza, ¿Cómo tendrá el resto del cuerpo? ¡Qué barbaridad de hombre!  solo podía pertenecer a “El hombre que podía hacer milagros”. Semejante ejemplar debió ser ideado y creado en “El gabinete del Dr. Caligari” siguiendo los consejos de su maestro, dejados por escrito en “El testamento del Dr. Mabuse”

3. Instituto Bejamenta. No todos reconocieron a nuestro querido Bernardo ni a “Los Otros” tampoco, he aquí posando con un pedazo de tela que bien podía parecer “La Cinta Blanca” o bien ser un trocito de la mortaja de “El Fantasma y la Sra. Muir”. El caso es que ni una cosa ni la otra, se trataba de una simple servilleta, y es que nuestro Bernardo es un hombre muy limpio y la reservaba para limpiarse tras devorar las “Fresas Salvajes” con suma rapidez, porque el tiempo vuela y llega  “De repente, el último verano”, y hay que hacer la digestión antes de bañarse.

4. Leolo. Poor guy who ran out of reflex, and we know that the steaks are good for the blows. So in the absence of steak, liver is good for healing the injured knee skating with “Ken Park”. Grit your teeth and enduring the pain because you know that "Boys Don’t Cry”. No leg, no “Boogie nights”

5 Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón. La mujer no era ni Vicky, ni Cristina, ni estaba en Fuenlabrada, solo estaba afeitándose con pulso firme, y es que, cualquier descuido puede hacer que la cuchilla nos devane la yugular, y aunque "La muerte os sienta tan bien”, es mejor estar vivita, coleando y bien guapa para degustar “El placer de los extraños” aunque éstos vengan con ganas de jarana de un “Desayuno en Plutón”.

6 Zelig. Ese bateador en la soledad de su puesto, debió pensar en lo que se le venía encima si fallaba el golpe, por eso, y aunque iban perdiendo de largo, sacó “El orgullo de los Yanquis” a relucir para conseguir un Home Run. Al conseguirlo, el equipo alzó en hombros al héroe para celebrarlo, con tal mala suerte que cayó al suelo como un fardo, haciéndole saborear “El precio del éxito”. Un éxito muy diferente al que se había imaginado tras ver “The Babe Ruth story”

7 Barton Fink. Buena costumbre es en el teatro que los actores salgan a saludar cuando termina la representación, el público aplaude y silba sin parar, sobretodo si “Mrs. Henderson presenta” una obra tan genial. Todos contentos excepto un grupo de energúmenos, que desde la última fila se pusieton a disparar "Balas sobre Broadway”

8. Ulises. La preciosa Silvana Mangano, una reina deseada por muchos, desata entre Anthony Quinn y Kirk Douglas una verdadera “Furia de Titanes” . Cientos de  hombres perecieron en la lucha entre los dos colosos, una sanguinaria batalla que se extendió por cada rincón de este mundo provocando “La caída del Imperio Romano”. Una hecatombe que dejó tras de sí incontables almas atrapadas en el mundo de los vivos que vagaban sin rumbo y que preguntaban a los supervivientes …“Quo Vadis?” A lo que contestaban estos aterrorizados, a enviar a “Maciste contra los fantasmas”

9. Umberto D. Pobre Umberto, que se ve envuelto en una trama detectivesca a lo “Caso O’hara” en busca de la familia perdida y él solo quiere que lo dejen “Vivir” tranquilo con su perro y contarle a la niña "Los cuentos de Tokio” para que duerma plácidamente y sueñe con los angelitos.

10. El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford. Desconocemos si Jesse James tenía ambiciones literarias o si Robert Ford, como buen cobarde, suspiraba por el asociacionismo. Sea como fuere, ambos dieron con sus huesos en “El club de los poetas muertos”.

1 comentario:

Juan_Solo dijo...

Pues me diréis lo que queráis, señores de la Organización, pero el primer fotograma era clavao a uno que salía en "El crepúsculo de las diosas", la versión lésbica de "Sunset boulevard". Vamos, yo lo puse así, y hasta que no me dijstéis, convencido que estaba.

Lo de "Vicky, Cristina Fuenlabrada" es casi motivo de impugnación. Vamos que yo en lo de Vicky, Cristina, vi que ahí tenía que haber muchas tías. Me tenían que dar medio punto por lo menos. ¿Votos a favor?